¿Qué es lo que une a las familias empresarias?
La cohesión familiar es el pegamento que mantiene unida a la familia. Es lo que permite estar unidos siendo diversos y disfrutar del camino juntos. Tener ganas de verse y hacer cosas juntos.
En las familias empresarias se comparten más espacios y proyectos, los familiares y los empresariales. Para ello disfrutar de una buena relación es vital.
Disfrutar de una buena relación implica poner por encima lo que une en vez de lo que separa, saber adaptarse a los cambios y convivir con la responsabilidad de sostener una empresa a través del consenso.
Familia y empresa son sistemas que funcionan de forma diferente
Las reglas del juego familiar y empresarial son completamente diferentes.
- A la familia todos pertenecen por el simple hecho de ser familia.
- En la empresa solo pueden estar quienes tengan el perfil adecuado y cubran una necesidad real del negocio.
Esta diferencia crea dinámicas entre hermanos que desde pequeños esperan el mismo trato por parte de los padres.
El reto es lograr equilibrios en la relación familia empresa que permita a cada uno sentirse útil desde un rol diferente. Y que se siente compensado de una manera justa y armónica.
Es importante hablar mucho, explicar bien la lógica de las diferencias, ofrecer alternativas y permitir que los familiares resuelvan sus diferencias entre ellos.
Las familias empresarias: «súper familias» con ventaja competitiva
Siempre digo que las familias empresarias son, y somos, porque como sabéis yo también lo soy, «súper familias». La familia nos vemos en múltiples ámbitos, sabemos negociar y afrontar decisiones difíciles con la madurez que te da tener la responsabilidad de gestionar y dirigir la empresa asumiendo el peso del legado.
Por eso es necesario que las familias empresarias entrenen altos niveles de inteligencia y gestión emocional así como habilidades de comunicación y de gestión de conflictos para alternar con flexibilidad entre roles familiares y empresariales.
Lo que se reconoce, se puede potenciar
El primer paso para fortalecer la cohesión familiar es reconocer la complejidad de las dinámicas familiares y empresariales. No se trata de paralizarse por el miedo a los conflictos sino de entrenarse para cuidar una sana relación familiar que permita el entendimiento en lo empresarial.
Cuando estas dinámicas se reconocen y se trabajan conscientemente, se convierten en oportunidades de crecimiento. Es como un músculo: cuanto más lo ejercitas, más fuerte se vuelve.
La cohesión familiar: ventaja competitiva
La cohesión familiar en las empresas familiares es una ventaja competitiva clara.
Trabajar la relación familiar puede ser tan estratégico como cualquier otra área de negocio que desarrolléis. No solo apoyará la toma de decisiones de negocio sino también la estabilidad accionarial fruto del alineamiento de intereses.
Entender que ser familia empresaria tiene sus propias oportunidades ayuda a desarrollar herramientas únicas para crecer juntos.
El reto es real, pero también lo es la oportunidad extraordinaria. Las familias que trabajan en su cohesión no solo preservan sus relaciones, sino que las potencian. Crean legados que van más allá de lo económico y abarcan lo emocional y lo relacional.
La pregunta no es si habrá retos.
La pregunta es:
¿Estáis preparados para convertirlos en oportunidades?